Una bella historia
Había quedado con él a las 4 de la tarde en
el café de la esquina. Ella
estaba nerviosa ante la cita con ese hombre ya que hasta ese día nunca
antes se había atrevido a expresarle sus sentimientos, sus deseos y su amor por
Paul. Pero Susan decidió echarle valor al asunto y aceptó, acudió vestida con
sus mejores galas y esperó delante de la puerta. Y de repente bajando por la
calle aparecía él, aquel al que tanto tiempo estuvo esperando confesarle su querer.
Así que antes de que se personase en la puerta, la muchacha corrió tras
él. No podía ocultar más sus sentimientos, decidió abrazarlo con toda la
ternura que ella le podía dar a su ser más querido y le dijo: «Te quiero,
cariño, siempre te he querido con toda mi alma. Espero que tú también
sientas lo mismo por mí». Y ambos se besaron apasionadamente a pesar de las
miradas atónitas de los transeúntes.
A veces la mejor opción es no complicarse la
vida.
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